El día
15 de mayo nuestro hermano de Congregación Roberto Piyo, cmf, procedente de
Kenia, y quien trabaja en conjunto con la ONU y otras organizaciones que luchan
por construir la Justicia, la Paz y la Dignidad de las personas llegó a la
comunidad local de Medellín del Ariari, con el propósito de observar las
experiencias de vida que allí se tienen con las comunidades, del mismo modo,
traer una voz de aliento y esperanza para éstas.
Árbol de la memoria (Comunidad CIVIPAZ).
Árbol de la memoria (Comunidad CIVIPAZ).
En
primer lugar, se compartieron experiencias de las personas que han sido
victimas de la violencia, narraron parte de su historia dejando entrever la
injusticia social, la desaparición de familiares, el asesinato, el
desplazamiento, la estigmatización por vivir en esta región, en medio del
conflicto armado, luego se socializó parte del proceso de retorno, cómo se fue
gestando y cómo hasta el momento han logrado mantenerse organizados,
defendiendo sus derechos humanos, finalmente pidieron que se continúe con el
acompañamiento por parte de organismos internacionales, que ayuden a ser
veeduría frente a las diferentes problemáticas que padecen.
Foto de la explotación minera alrededor del acueducto de Medellín del Ariari
Foto de la explotación minera alrededor del acueducto de Medellín del Ariari
En
segundo lugar, nuestro hermano hiso un recorrido ecológico hasta una de las
bocatomas del acueducto, evidenciando cómo está siendo amenazada por una
empresa minera que ya funciona allí; hechos que muestran no solamente el daño
ecológico y ambiental, sino además, cómo prima el bien particular sobre los
derechos colectivos de las comunidades.
En
tercer lugar, participó de algunos encuentros y celebraciones litúrgicas con
las comunidades, en éstos motivó a la comunidad a seguir manteniendo, la fe, la
esperanza y la unidad para así seguir defendiendo, protegiendo y cuidando la
VIDA en todas sus manifestaciones.
Finalmente,
admiró a la comunidad local por estar en un sitio de frontera anunciando a un
Jesús resucitado que acompaña las iniciativas de esperanza y resistencia, sugirió continuar en
ese proceso de sistematizar la experiencia, de generar nuevas estrategias para
que otros se enteren de lo que la misión lleva acabo.
Agradecemos
a Dios y María por esta visita y le encomendamos la vida de nuestro hermano
para que alimente con las anteriores experiencias su vocación y misión.